jueves, 22 de marzo de 2012

Atrapado en el tiempo por Jorge Berrocal.

“Atrapado en el tiempo” es un film de Harold Ramis titulado originalmente “Groundhog Day” que realizo en el año 1993 y que estaba protagonizada por Bill Murray y Andie McDowell.
En ella cuenta la historia de un hombre frustrado llamado Phil Connors, el hombre del tiempo de una pequeña cadena de televisión, que es enviado un año más a Punxstawnwey, a cubrir la información del festival del Día de la Marmota. En el viaje de regreso, Phil y su equipo se ven sorprendidos por una tormenta que les obliga a regresar a la pequeña ciudad. A la mañana siguiente, al despertarse, comprueba atónito que comienza otra vez el Día de la Marmota y deberá vivir ese mismo día sucesivamente hasta que aprenda a anteponer las necesidades de otros a las suyas propias, en definitiva hasta que se capaz de ser mejor persona de lo que en realidad era.
Buscando una analogía que encajara perfectamente con lo que yo siento cada comienzo de año con el equipo HRT llegue a la conclusión de que este título era el que mejor se acercaba a lo que pretendo explicar.

Y así es como me siento con la corta pero intensa vida de este grupo de profesionales en la categoría reina del automovilismo, una repetición año tras año de lo vivido en el anterior. Vaya por delante, que me resulta complicado escribir esto debido a la estima que me genera el esfuerzo titánico de los mismos por estar cada temporada en la parrilla de salida de los distintos grande premios que completan una temporada. Pero esa sensación de que lo que veo no es más que una repetición mas o menos calcada de lo que ya he visto anteriormente comienza a cansarme. Su historia no es tan buena como la de Harold Ramis. En un deporte en el que la competitividad viene marcada por la capacidad de evolucionar y esta por la cantidad de euros que haya en la cuenta del equipo son incompatibles con su visión de hacer las cosas. Es el peor de los defectos posibles. HRT ha entrado en un bucle del que le va a resultar muy difícil escapar y que mucho me temo terminara por hacer que este proyecto desaparezca.


En un deporte en el que la imagen mostrada va en función de los resultados y estos determinan la esperanza de consolidarse, son el lastre que arrastra la escuadra, ahora sí, española.
Sin una buena imagen y sin resultados, el fin ya lo conocemos todos.
Los… “Hicimos todo lo que pudimos” – “Esto era algo que sabíamos que podía ocurrir” –“Esta es nuestra pretemporada” – “En el próximo gran premio puede ser igual o peor” son frases que condenan la misma viabilidad del proyecto. Así no, ni de coña. Siento ser tan crítico pero este no es el camino, creo que en el cruce anterior cogieron el que les lleva al borde del precipicio.
No pueden mostrar la misma imagen cada inicio de temporada porque aunque la realidad sea bien distinta, reflejan una pobre estructura que se sostiene sobre cimientos inestables, que no aprenden de sus errores, que no serán medianamente competitivos nunca y lo peor de todo es que no animan a ninguna inversión de patrocinio y por este sendero no se llega a buen puerto. Si hiciéramos una encuesta doy por sentado que el único adjetivo calificativo que no les otorgarían seria, la de seriedad. Ni el fichaje de un piloto tan querido en España y con un respetada trayectoria en la F1como es Pedro De La Rosa, ni que la dirección del equipo recayera en una persona formal y seria como mi admirado ex piloto Luis Pérez Sala o que se haya convertido el equipo en un cultivo de buenos profesionales de la madre patria ha conseguido un efecto de imán para los ansiados euros que necesitan. Quizás HRT no sea más que el reflejo de la idiosincrasia de la España de los típicos tópicos, un cumulo de buenas intenciones aderezadas de un sentimiento patrio y mucho valor que no llevan a nada contra la efectividad de otros. Leí hace poco a Don Pedro J. Ramírez escribir que en esta España de hoy ya no se festejan los quintos puestos, en referencia al resultado conseguido por Fernando Alonso, si pensamos así ese puede ser el mayor error que podemos cometer en un deporte tan complicado y en el que tantos factores juegan un papel determinante en el resultado final. No tenemos nada que festejar en la actuación de HRT de eso estoy seguro, pero igualmente si las empresas en nuestro país no valoran el esfuerzo y el proyecto de HRT por ser el primer equipo español de F1 nunca jamás conseguirán sus objetivos.
Con esta mentalidad poco puede hacer HRT para sobrevivir y atraer para si el apoyo necesario pero si además se tropieza en los mismos errores que se tuvieron en el pasado no ayuda nada. La actitud de dar dos pasos para atrás para dar uno hacia adelante, es sin ánimo de ofender, una gilipollez. Si das pasos hacia atrás y uno hacia delante es estar siempre un paso por detrás de donde se estaba. De acuerdo, el equipo es casi en su totalidad nuevo, es otra excusa banal para buscar una justificación al desastre de Australia, pero compuesto por profesionales en la materia y en algunos casos con dilatada experiencia en la categoría con lo cual, no hay excusa. Tener que apelar a la benevolencia de los comisarios para que te dejen participar en la carrera es un acto tan deplorable como innecesario. HRT debe espabilar cuanto antes y demostrar que aunque los resultados tarden en llegar son una escuadra sólida y de futuro. Para eso se han de dar pasos firmes y sin prisas y no aparentar los estereotipos que marcaron a esta nación durante mucho tiempo.



Por tanto aunque parezca una incongruencia, el mayor problema de HRT puede ser su motor para salir adelante. Apelar al patriotismo, al sentimiento de unidad ante las adversidades y ser el abanderado tecnológico ibérico. Conseguir el apoyo incondicional al proyecto implica apuntalar este equipo desde las instituciones y las grandes multinacionales y eso lo harán cuando vean que la afición esta con ellos y que las cosas se hacen con sentido común. Pero el apoyo no implica pasar por alto errores que se repiten sin aparente solución.

Exigir a HRT que sea un equipo serio y competitivo es labor de todos nosotros porque lo contrario no sería lo más adecuado. Señores de HRT dejen de cumplir con los tópicos y despierten porque tienen ante ustedes y así lo han dejado claro, la dura labor de dejar el pabellón español bien alto. No se arrastren, no supliquen ni sean el hazmerreír de la prensa especializada y no conviertan su estancia en la F1 en el nombre de la película que encabeza este artículo. Tienen tras de si una afición en pañales en busca de referentes además de Fernando Alonso, no desaprovechen la ocasión.
Algo no están haciendo bien y solo ustedes con trabajo podrán saber que es lo que tienen que mejorar al igual que Phil Connors tuvo que hacerlo en la película, pero háganlo y rápido porque su crédito se agota. Ante ustedes, por mucho plan de futuro que tengan, está la temporada que determinara si continúan o se quedan en un puñado de buenas intenciones. Espero sinceramente no volver a ver lo mismo que el año pasado porque entonces acabaremos hartándonos de vivir una y otra vez, el día de la marmota.



Jorge Berrocal Baltá.

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