martes, 27 de marzo de 2012

El Vuelo del Fenix ( HRT, segunda parte) Jorge Berrocal

Dirigida por Robert Aldrich en 1965, cuenta la historia de un grupo de personas de muy diferente índole y nacionalidad que se estrellan con su avión en medio del desierto del Sahara por culpa de una tormenta de arena. La única esperanza de salvación depende de que los viajeros se entiendan entre ellos, cooperen y sigan las instrucciones de un proyectista de aviones alemán que les propone construir con los restos del avión, un aeroplano para poder escapar de su situación y de una muerte segura.



Una analogía que el equipo HRT comparte con esta cinta. Ese sabor de aventura con toque de drama psicológico que impregna el film es parejo a lo que supone luchar por esa ansiada búsqueda de la competitividad técnica y humana en este majestuoso mundo de la Formula 1 que devora sin piedad a los más débiles. Aldrich pretende, con mucho acierto, sacar a relucir las debilidades humanas de los protagonistas pero también la importancia de la esperanza y la fe en superar las adversidades, con la ayuda de la cooperación entre distintos cuando un objetivo común es el nexo de unión y entendimiento entre los participes. Y esa creo que es la mayor virtud de HRT, que aumentada a la máxima potencia, hace que el equipo desprenda un aura de autentica familia unida y alimentada por una fe indestructible en ellos mismos. Me consta que ciertas personas que antes formaban parte de Hispania, pretenden echar por tierra y torpedear el proyecto español quizás por una razón puramente personal y eso forja todavía más mi opinión de que el esfuerzo de este grupo de personas se merezca un enfoque distinto por mi parte. Errar es de humanos pero rectificar es de sabios y como yo soy más de lo primero que de lo segundo hago este ejercicio de introspección. Eso no implica que, como en mi artículo anterior, no se pueda criticar lo que se haga mal aunque quizás sea conveniente hacerlo con menos severidad.
Lo que Pérez Sala y lo suyos han hecho en la piscina de Malasia es encomiable, ahora sí demuestran una evolución que era necesaria que todos viéramos y que espero por el bien del equipo, sea constante. Además no puede haber mejor “guantá sin mano” para todos los que con sus intenciones atenazan con dificultar la logística y el buen trato con los proveedores. Luis y disculpa la cercanía, ¡objetivo cumplido! Habéis pasado el corte del 107% y acabado con los dos coches en carrera. Cuanto lo siento por esa “mano negra” que se mueve entre bambalinas.
Que Karthikeyan en el momento de la neutralización de la carrera, ocupara el decimo puesto no es mas que un detalle de la optima estrategia del equipo de calzar a ambos pilotos con los Pirelli de lluvia extrema desde la salida, en previsión de que la condiciones de la pista fueran empeorando como así fue. ¿Qué le pasaría por la cabeza al piloto hindú? Estoy seguro que en algún momento estuvo rezando a la deidad Vinsú para que la carrera no se reanudara. Igualmente imagino que el desarrollo en carrera de Pedro sin los problemas constantes de la presión de la gasolina y el drive trough de penalización, hubiera sido incluso mejor que la de Narain que a mi entender lo hizo muy bien, pese a lo que diga Vettel sobre su incidente con el indio. Hay que señalar que con un monoplaza inestable que requiere multitud de correcciones al volante, mantener los HRT por lo gris y llegar al final con las condiciones cambiantes de la pista tiene su merito ¡carajo!
Que el mejor crono de Pedro en la tercera sesión libre fuera de 1:42.464 a -0.783 del mejor tiempo de un Marussia, en concreto del de T. Glock en todo el fin de semana, es muestra de que la evolución del HRT es visible, constante y augura que en breve podrían estar por delante del equipo anglo-ruso muy a pesar de lo que pueda desear Colin Kolles.
Las diferencias entre Narain y Pedro de +0.914 determinan también, si nadie lo tenía claro, quien marca las pautas del equipo en pista aunque en la teoría, sea su compañero el piloto numero uno. Eso no quiere decir que Karthikeyan sea manco, el piloto de origen indio se va defendiendo mas o menos e igualmente progresa a la par que todo el bloque, por eso además de los dólares que garantizan su puesto, sus actuaciones le aseguran de momento su asiento en uno de los dos HRT. Quiero puntualizar, en mi humilde opinión, que sería prudente que también Dani Clos su piloto reserva, dispusiera de vueltas en los libres alternándose en los coches de los dos pilotos oficiales.



Así que amigos, ver sonreír a Pedro de la Rosa satisfecho pese a las adversidades por haber podido llevar su HRT a la meta, tendría que ser un motivo de alegría para nuestra afición.
Ahora sí puedo decir que las cosas se están haciendo cada vez mejor y cuando hay que decirlo, pues se dice alto y bien claro. Miembros de HRT, habéis recogido los restos de Hispania y con ellos estáis construyendo vuestro propio “Phoenix” al igual que los protagonistas del film, solo queda que en este resurgir, este vuelo del Fénix os lleve sanos y salvos a vuestra meta, consolidaros en la categoría reina del automovilismo.
Empresas de nuestra querida patria, no pierdan el tiempo con spots publicitarios de discutible calidad y gástense unos eurillos en patrocinar un ejemplo se tenacidad y lucha, virtudes muy propias del carácter español, gánense el aprecio de la espectadores y de este modo pueden conseguir posibles consumidores.
Y para terminar, quisiera imitar el sarcasmo de mi admirada @ElenaF1 en su twitter y esperando que tal licencia me la permita, diré que quizás esto si sea de verdad la historia de superación más bella vista nunca.
Vayan con dios amigos, ha sido un autentico placer.


Jorge Berrocal Baltá


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