@Sutton |
Son las 8.00 de la mañana y como siempre lo
primero que hago es comprobar el correo, noticias importantes, notificaciones
de las redes sociales y siempre rutinariamente desde hace una semana, espero
encontrar una noticia, un ápice de mejora de Jules Bianchi, solo espero un
comunicado oficial (nada de rumores) que ponga que el estado ha mejorado aunque
fuera un pequeñísimo avance.
Cada día que no tenemos noticias de todo ello
solo puedo imaginar que estarán pasando los padres, familiares y
amigos mas allegados a él en ese hospital, como estarán viviendo ese calvario
tan intenso y como son capaces mantener la calma en estos momentos tan
dramáticos y agónicos para la familia. Son unos valientes, son unos luchadores,
son unos padres seguro modélicos.
Hoy al sentarme delante del ordenador he
visto el articulo que ha escrito James Allen con las declaraciones del padre de
Jules, Philippe Bianchi, dice cosas como:
“Cada vez que suena
el teléfono, sabemos que podría ser el hospital para decirnos que Jules está
muerto. al principio me dijeron que las primeras 24 horas eran
cruciales. Luego se convirtieron en las primeras 72 horas y aquí seguimos
todavía con Jules, que sigue luchando”
“Él va a tener éxito en la vuelta de clasificación
más importante de su vida, no va a renunciar, estoy
seguro de ello”
“Hablo con él, sé que puede
oírme. Sus médicos nos han dicho que esto ya es un milagro, nadie ha
sobrevivido a un accidente tan grave. Pero Jules no te des por vencido”
“Esto es muy duro. En una semana,
la vida de esta familia se ha destruido"
Leo estas declaraciones y me quedo totalmente helado, primero
porque soy padre y no puedo imaginar el dolor que puede estar pasando esta
familia y segundo porque pienso como es la vida de dura y radical, podemos
pasar de la gloria a la pena mas absoluta en milésimas de segundo.
Mi padre, Pius Gasso Sr y yo hablábamos la semana pasada sobre lo
ocurrido con el accidente de Bianchi, es para mi un referente, me ha
enseñado todo lo que se de automovilismo y gran parte de mi amor por este
deporte es gracias a él. Durante esa charla me comentó algo que me hizo pensar,
me dijo que sintió autentico miedo cada vez que me subía al coche, temía por
mi integridad ya que ese mundo se estaba volviendo muy peligroso. Quizás nunca
lo entendí hasta que soy padre y sufro por cosas que jamás sufriría antes de
serlo, por eso se dice que cuando uno es padre pierde decimas de segundo en pista y es
porque pensamos mas en nuestra familia, en nuestro hijo-a y eso nos hace ser
mas cautos a la hora de arriesgar y de tomar según que decisiones.
Pero somos profesionales nos gusta el riesgo la locura, la
adrenalina, las sensaciones fuertes y cuando estás en pista olvidas todo y solo
piensas en una cosa, ganar!!
Jules escucha a su padre y a su madre no me cabe la menor duda y
dentro de ese cerebro se está librando una batalla increíble, está luchando
contra todo y con todos por despertar y poder abrir los ojos, cosa que sabe
que haría tan feliz a su madre y padre que seguro se está dejando la alma en
ello.
Hoy, buscando información he encontrado el caso de Vítor
Apolinario, un chico brasileño que tuvo un accidente de trafico y ingresó en
el hospital en las mimas circunstancias que Jules, con la famosa desde hace una
semana “ lesión axonal difusa” los padres de este chico han hecho un video que
dura casi 30 minutos con imágenes de todo el proceso, desde que estaba en coma,
su despertar, y la lenta pero satisfactoria recuperación. Son 30 minutos de
imágenes en la que cada una se puede sentir lo que ha pasado esa familia,
el miedo, el daño, la agonía, la batalla diaria por ver a su hijo en ese
estado, las miles de lagrimas que han caído de los ojos de su madre, de su
padre, de todos quien quieren a ese chico y por fin después de 15 minutos de
video que en la vida son 41 días se puede ver la mejoría, como Vítor comienza a
mover los brazos, intentar coger un bolígrafo o la increíble dificultad para
ponerse de pie. Pero eso para la familia tuvo que ser el mayor triunfo, la meta, el mejor regalo, vuelven a tener consigo a su hijo.
A los 72 días de su terrible
accidente por fin recibe el alta y con claros síntomas de lesión cerebral se va
a su casa, pero que importa que ese chico no pueda volver a conducir, que
importa si ese chico no será nunca un atleta, lo realmente importante es que
vuelve a casa con su familia y que esa situación les ha unido mucho más, han
aprendido que la vida cambia de un día a otro, la valoran de otra manera y
seguro han hecho unos nuevos amigos que los podrían catalogar como “ángeles de
la guarda” que es el personal que ha tratado y cuidado a su hijo.
He visto este video y cada
imagen que sale un médico o personal que se encarga de la recuperación de este
chico pienso en la suerte de tener a nuestro alrededor en los hospitales gente
tan maravillosa, que su trabajo sea la de cuidar personas y luchar contra todo
para que vuelvan a la vida. Es maravilloso ver como una doctora es capaz de
todo para que un joven se recupere, como todos en ese hospital ayudan para
levantar y hacer andar a Vítor, la paciencia, disciplina, bondad,
profesionalidad… podría escribir un larguísimo etc de adjetivos para todos los
médicos y personal que hay en un hospital que nunca llegaría a poder decir
cuanto de importantes son.
Vivimos en un constante peligro
que es la vida y ellos viven para luchar por nosotros en el caso que nuestra
ansia de adrenalina, emoción y muchas veces la búsqueda de los límites nos
hagan caer en sus mágicas manos. Son auténticos ángeles , son hoy por hoy las
personas que haciendo su trabajo, se
merecen un gran reconocimiento por velar siempre por todos los ciudadanos del
mundo. Sin ellos estaríamos perdidos y eso realmente no lo pensamos porque
nuestro ritmo de vida como decía el otro día es frenético y vamos en un tren de
alta velocidad y parece que cuando hay situaciones así, frenamos y analizamos las
cosas con un poco más de detenimiento.
Lo que me ha quedado muy claro
viendo ese video es que este proceso es y será muy lento, que no
tendremos noticias reales del estado de Jules en unos cuantos días-semanas, ya
que el proceso es complicado y los daños a los que el cerebro se enfrenta son
enormes y necesitan mucho tiempo para que su cuerpo intente repararlos.
Todo mi respeto y apoyo para el
personal medico de cualquier hospital, ahora mismo hay miles de ellos luchando
por miles de vidas en cualquier parte del mundo.
Todo mi apoyo por enésima vez a
los padres de Jules, familia y como siempre digo #ForzaJules.
Pius Gasso
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